Todas las madres saben, o deberían saber, que no hay que revisar demasiado las habitaciones de sus hijos adolescentes. Es saludable que los jóvenes construyan sanamente su sexualidad de manera “solitaria”, antes de lanzarse al difícil mundo de las citas.
Evidentemente la indiscreta mamá de Tom Williams, un joven de 20 años de Liverpool, Reino Unido, investigó demasiado en la privacidad de su retoño, pero eso no fue todo.
El pobre Tom no se imaginaba la vergüenza que iba a pasar en el grupo familiar de WhatsApp justo en la víspera de Año Nuevo, ya que la mujer, luego de encontrar ciertos juguetes sexuales bajo la cama del muchacho, no tuvo mejor idea que sacarles fotos y compartirlas en el chat de la familia.
Entre deseos de felices fiestas y fotos de regalos, renos y muérdago, la familia Williams tuvo que leer la frase: "¿Puedo deshacerme de la vagina artificial que está en el cajón debajo de tu cama, Tom? junto al primer plano de la anatomía plástica del accesorio en cuestión.
“Estaba buscando una sábana, en caso de que pienses que la encontré por indiscreta", escribió la mujer muy resuelta en el mismo chat, tal vez sin percatarse de que indiscreción había superado todo límite.
Según la foto de adminículo, la mamá lo comparó con una "linterna" a la que no se le pueden poner pilas. "¿Alguien quiere estas linternas? A la de la derecha no se le pueden poner pilas", comentó la señora Williams.
Tom, que evidentemente, tampoco es un dechado de prudencia, compartió la anécdota y las capturas del chat en su cuenta de Tik Tok, donde obtuvo un millón de reproducciones y comentarios de apoyo así como sugerencias de cómo disimular sus pertenencias eróticas para que la próxima vez no caigan en manos ajenas. "Feliz Año Nuevo, nunca más volveré a mi casa", se lamentó Tommy en su red social.
Comentarios