El regreso de Ángel Di María a Rosario Central ya forma parte de la historia grande del fútbol argentino. El pasado sábado, el campeón del mundo desató la locura canalla al marcar de tiro libre el tanto que selló la victoria en el clásico frente a Newell’s. La obra fue tan extraordinaria que el propio protagonista reconoció: “Ni yo me creo las cosas que me están pasando”.
La ejecución magistral de aquel tiro libre, en los minutos decisivos del partido, representó un desahogo y un sueño cumplido para Fideo, que atravesaba semanas cargadas de expectativas. Haber convertido en un clásico significó, según reconoció, un alivio enorme y una alegría que quedará grabada en su memoria.
Su regreso al club de Arroyito no es uno más: se trata de un acontecimiento histórico que movilizó al hincha y al propio jugador. “Trascendió bastante el gol”, admitió, reflejando la magnitud del impacto que tuvo su tanto en la ciudad y en el fútbol argentino.
En conferencia de prensa, Di María también recordó su paso por la Selección y lo comparó con este presente en Central, al que calificó como una etapa única en su carrera. Consideró que vive un momento soñado y se propuso seguir disfrutando, con la ilusión de seguir escribiendo capítulos importantes en el tramo final de su trayectoria profesional.
La emoción del clásico no solo se sintió en Rosario. El delantero reveló: “La mayoría de los chicos de la selección me escribieron felicitándome”, destacando el reconocimiento de sus compañeros campeones del mundo.
Di María evitó ponerse en un lugar de figura intocable y sostuvo que no se siente un jugador “extraterrestre”, sino alguien común que siempre trabajó para alcanzar el máximo nivel.
También destacó que, en este nuevo ciclo en Rosario Central, logró adaptarse con rapidez al ritmo y las exigencias del fútbol argentino, lo que lo hace sentirse cómodo y motivado para lo que viene.
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