Este sábado desde las 19:30h, en el estadio Nuevo Gasómetro, se realizará un enfrentamiento crucial entre Rosario Central y San Lorenzo de Almagro. La particularidad del encuentro radica en que Miguel Ángel Russo, artífice del equipo canalla y campeón, estará en el banco del conjunto visitante, dirigiendo a su actual adversario. La figura del exentrenador agrega un matiz emocional y estratégico a este duelo.
El desafío principal para Central será su capacidad para generar juego, ya que, desde la partida de Russo, el equipo ha sostenido su estructura, aunque en varios pasajes ha evidenciado dificultades para hilvanar acciones futbolísticas. La tarea se complica aún más, ya que Russo conoce profundamente las sociedades ofensivas del equipo, especialmente la influencia de Malcorra y Lovera. La prioridad de San Lorenzo será neutralizar esas conexiones, mientras que la intención de Central será romperlas.
Otro aspecto relevante será el doble pivote en el mediocampo, condicionado por la ausencia de Ibarra. Esto obliga a buscar una nueva pareja para Navarro en la mitad del campo. La rapidez en la adaptación de estos jugadores será clave para que Central pueda contener al irregular pero peligroso equipo de Holan, que cuando encuentra espacios, posee recursos y volumen de juego.
En la ofensiva, también se discute quién será el centrodelantero titular. Enzo Copetti es el favorito por su presencia, despliegue y experiencia, aunque Ferreira surge como una opción más dinámica, con buen pie y oportunismo.
Por último, el aspecto extrafutbolístico puede influir en el desarrollo del partido. San Lorenzo atraviesa una semana complicada, marcada por la renuncia del presidente, cuestionamientos internos y movilizaciones de los hinchas. La incertidumbre institucional podría afectar al equipo en la cancha, ya que la tensión fuera del campo a veces se traslada al juego. La concentración y la claridad mental serán determinantes en este enfrentamiento clave.
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