Hoy se cumplen 20 años del brutal crimen de José Luis Cabezas, quien fuera fotógrafo de la revista Noticias, en lo que se considera el peor atentado contra la libertad de información desde el regreso de la democracia.
En su memoria, se realizarán distintos actos para homenajearlo: en la cava de General Madariaga, donde apareció su cuerpo calcinado, como así también en el monolito que recuerda a Cabezas en el ingreso de Pinamar, entre otros.
El 25 de enero de 1997, José Luis Cabezas fue asesinado de dos disparos en la cabeza y su cuerpo fue quemado en una cava cerca de Pinamar. El fotógrafo había sido secuestrado a la salida de una fiesta del empresario postal Oscar Andreani, en un operativo supervisado por el jefe de custodia del poderoso empresario Alfredo Yabrán, el exsargento Gregorio Ríos.
Por esos días, Cabezas y el periodista de la revista Noticias Gabriel Michi intentaban conseguir una entrevista con Yabrán en Pinamar, aunque sin éxito. Cabezas y Michi recibieron en ese tiempo múltiples amenazas que llegaron a involucrar, incluso, a Candela, la pequeña hija del fotógrafo.
Alfredo Yabrán fue uno de los empresarios más poderosos del país durante la década del 90 y es considerado el instigador del asesinato de Cabezas. Un año después, se disparó con una escopeta en la boca en una de las tantas propiedades que poseía, en Entre Ríos, rodeado por la policía.
LA HISTORIA DEL CRIMEN
El 23 de agosto de 1995 el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, denunció ante la Cámara de Diputados negociados en el Correo y apuntó a una mafia que tenía respaldo del poder político. "¿Quién es el señor Yabrán? ¡Nadie lo conoce! ¡Pero él sí va a conocer todas las pruebas que tenemos!", dijo Cavallo.
Todo el país se preguntaba por el enigmático empresario acusado de tener vínculos carnales con el presidente Carlos Menem. La cara de Alfredo Yabrán era una incógnita. Nadie lo había fotografiado aun y las notas que concedía eran con la condición de no tomar imágenes de su persona.
Sin embargo, tras una ardua tarea preparatoria junto al periodista Gabriel Michi, el 16 de febrero de 1996 el reportero gráfico de la revista Noticias José Luis Cabezas logró retratarlo mientras caminaba en una playa de Pinamar. El 3 de marzo, la imagen de Yabrán fue tapa de la revista.
Tras un largo período de amenazas de todo tipo, llegó el crimen. Alfredo Yabrán dio órdenes a su custodio Gregorio Ríos, que se trasladaron por esa vía al comisario de la bonaerense Gustavo Prellezo y a la banda de Los Horneross, que finalmente ejecutaron la voluntad del epresario.
Las primeras condenas por el crimen de Cabezas parecían ejemplares, pero la ilusión de Justicia se diluyó con el tiempo. En diferentes tiempos, cada uno de los sentenciados por el crimen de Cabezas quedó en libertad por bajas de la pena, por buena conducta en el penal y por otras razones que parecen absurdas. El último en ser liberado fue Gustavo Prellezo, el hombre que disparó a la cabeza del fotógrafo a sangre fría.
25/01/2017
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