Ante el impacto social que generó la partida de Alejandra “La Locomotora” Oliveras, el gobernador Maximiliano Pullaro decretó un duelo provincial de 72 horas, durante el cual la bandera nacional y provincial permanecerán a media asta en todos los edificios públicos.
Desde el anuncio de su fallecimiento, cientos de personas comenzaron a acercarse al hospital para dejar mensajes, flores, rosarios y carteles con muestras de afecto. En muchos de ellos se podía leer el mensaje “Fuerza campeona”, algunos firmados desde Rosario, Entre Ríos y otras regiones del país. Entre los homenajes, se destacan dibujos hechos por niños, reflejo del cariño y la admiración que despertaba Oliveras, no solo por su talento deportivo sino también por su historia de vida.
Alejandra Oliveras fue un ejemplo de resiliencia. Desde muy joven enfrentó situaciones difíciles, incluyendo violencia de género, y encontró en el boxeo una salida. Su carrera estuvo marcada por una fuerza imparable: fue seis veces campeona mundial, y se convirtió en un símbolo no solo del deporte sino también de la lucha por la superación personal.
La familia, profundamente conmovida, se retiró del hospital alrededor de las 18 horas por una salida alternativa, sin brindar declaraciones. Según trascendidos, el deseo de los allegados sería realizar una despedida íntima y privada, prescindiendo de un velorio público y optando por la cremación de los restos de la deportista. Sin embargo, esta información aún no ha sido confirmada oficialmente.
La noticia generó un fuerte impacto en todo el país, especialmente luego de que en los últimos días se hablara de una leve mejoría en su estado de salud. Lamentablemente, no pudo superar esta última batalla.
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