Portada  |  15 julio 2023

Contratada por un día: Cecilia Casabonne visita una Fábrica de tornillos

En la planta industrial de Alvear, en una fábrica de renombre con más de tres décadas de experiencia, se lleva a cabo un oficio que ha revolucionado la manera en que los tornillos son producidos. A través de un proceso de mecanización y tecnología de vanguardia, esta fábrica ha logrado simplificar la fabricación de estos productos, convirtiéndolos en una herramienta de excelencia para el hogar. En una visita especial, tuvimos la oportunidad de conocer de cerca la producción de los tornillos autoperforantes y aprender sobre los múltiples procesos involucrados.

Informes Especiales

En el año 1990, en la planta industrial de Alvear comenzó a funcionar esta empresa que con el tiempo, desarrolló su propia planta y tecnología para fabricar tornillos. “El objetivo era contar con productos de alta calidad que simplificaran tareas cotidianas en el hogar”, afirmaron los directivos de la firma. Así, los tornillos autoperforantes se convirtieron en una especialidad de la fábrica, y su fama ha crecido en el mercado.

En esta oportunidad, Cecilia Casabone, interesada en aprender sobre el proceso de fabricación de los tornillos, se adentró en la fábrica en busca de respuestas. El primer paso en la fabricación de los tornillos es la creación de la mecha. Esta parte del tornillo es la encargada de perforar los metales y hacer posible su fijación. A través de una máquina especializada, se fabrica la mecha y se le da forma para que pueda realizar el corte adecuado. La precisión y el control durante este proceso son fundamentales para obtener un producto de calidad.

Después de la fabricación de la mecha, los tornillos pasan por un proceso de lavado y secado. Mediante un baño por inmersión y tamboreo a temperatura controlada, se eliminan los residuos de aceite y se preparan para el siguiente paso.

Otro proceso crucial en la fabricación de los tornillos es el tratamiento térmico. Este proceso consiste en someter los tornillos a altas temperaturas para endurecer su superficie y obtener una mayor resistencia al desgaste. Mediante un horno especializado, se aporta carbono al acero de los tornillos, logrando que sean fuertes pero flexibles, evitando así su fractura.

Además del tratamiento térmico, también se lleva a cabo un proceso de galvanoplastia. Este proceso consiste en aplicar una capa de zinc a los tornillos para protegerlos contra la corrosión. Esta capa adicional garantiza una mayor durabilidad y vida útil del tornillo.

Tras adentrarnos en el fascinante proceso de fabricación de los tornillos autoperforantes en la fábrica de Alvear, queda claro que estos pequeños elementos requieren una gran cantidad de procesos y maquinaria especializada para su producción. La precisión, la mecanización y el cumplimiento de las normas ISO son aspectos fundamentales en la obtención de un producto de calidad.

Los tornillos autoperforantes son un elemento esencial en numerosas industrias y en nuestro hogar. Su producción requiere de un trabajo minucioso, maquinaria especializada y conocimientos técnicos para asegurar su calidad y resistencia. Al conocer el proceso detrás de estos pequeños elementos, podemos apreciar aún más su importancia en nuestra vida cotidiana.

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