Daira no puede pagar el alquiler. Está desesperada por sumar otro ingreso. Y creyó encontrarlo en una publicación en Instagram. Ofrecían un trabajo remoto de “marketing”. Pero resultó ser una estafa. Se quedó sin un peso y con una deuda que no sabe cómo pagar.
El "trabajo" consistía en simular compras de productos que le compartían en una plataforma. Por cada tarea cobraba comisiones. En dos horas llegó a ganar 20 mil pesos. Y sentada en el living de su casa.
Ese era el anzuelo. Y Daira lo mordió. Después empezaron a pedirle que ella invirtiera dinero. Las promesas de obtener una gran rentabilidad eran tentadoras. Primero fueron 5 mil pesos, después 39 mil y finalmente una suma que ella no tenía: 288 mil.
Si no los depositaba no podría retirar nada de los 700 mil pesos que supuestamente llevaba acumulados de ganancia. Le pidió prestado a su tío y transfirió. Pero le dijeron que había hecho mal el procedimiento y tendría que enviar otros 350 mil.
Recién en ese momento Daira se dio cuenta de la estafa. Jamás le darían un peso. Siempre le iban a pedir más y más.
Ahora está destruida. No tiene un peso. No sabe cómo va a pagar el alquiler. Y le debe casi 300 mil pesos a su tío.
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