La primera senadora estatal abiertamente transgénero de los Estados Unidos, Sarah McBride, continuará escribiendo historia cuando el viernes preste juramento en el Congreso, destacó la prensa de su país.
Recientemente elegida, los medios destacan que es la primera miembro abiertamente transgénero del Congreso de los Estados Unidos e hicieron hincapie en la "brutal recepción" que le dieron algunos republicanos, algo que no le hace mella porque contrapone su pragmatismo diplomático.
La agencia de noticias Associated Press remarcó la actitud de la representante de Carolina del Sur Nancy Mace quien la atacó al proponer prohibir a las personas transgénero el uso de los baños del Capitolio de los Estados Unidos que correspondan a su identidad de género. Esa prohibición fue promulgada -siguió la AP- por el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, republicano por Luisiana.
A cambio, McBride solamente contestó que va a cumplir las reglas y aclaró: "No estoy aquí para pelearme por los baños". El citado medio presentó un escenario de halcones y palomas, con activistas que le reclaman más lucha, pero también con conocedores que la saben una pragmática con reputación de bipartidismo, diplomática.
“Hay tanta alegría y tanta admiración por tener esta oportunidad que no permitiré que me la quiten. Simplemente estoy aquí para hacer el trabajo, como cualquier otra persona”, declaró McBride a The Associated Press.
Ella procede de Delaware, donde cumplió funciones legislativas en un cuerpo de apenas 21 miembros donde reina la camaradería. "Somos una familia", comentó el senador estatal Brian Pettyjohn, un colega republicano que no dudó en abrazar a McBride.
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