Los aumentos castigan especialmente a los jubilados, un sector que subsiste con haberes bajísimos, haciendo malabares para poder llegar a fin de mes. Entre el mes de febrero y marzo, según datos suministrados por el CESyAC un jubilado necesitó 87 mil pesos más para comprar lo mismo.
La jubilación mínima en marzo fue de 134 mil pesos, contrasta con los $ 461.400 que necesitarían para vivir, según informado por la ONG.
En un año, de marzo a marzo, la canasta de jubilados tuvo una suba del 261 %, es decir 330 mil pesos más de un año a otro, impulsado por los aumentos de medicamentos, alimentos y servicios.
En detalle los alimentos tuvieron subas destacadas: la carne 40%, frutas y verduras un 19% y un 10% en productos de limpieza; los servicios se incrementaron un 68% tarifa del agua, un 40% de la energía y un 20% la TGI.
Los medicamentos tuvieron un estrepitoso aumento del 60 % en marzo, a la par de la pérdida de la cobertura del 100 % de medicamentos que tenían los jubilados y pensionados.
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