El Ministerio de Trabajo provincial detectó una leve merma del empleo en negro en Rosario. Las inspecciones laborales realizadas en el último año indicaron que la tasa de empleados no registrados descendió del 43 % al 42 %. Al mismo tiempo, la tasa de trabajadores que se ponen en blanco tras la fiscalización subió al 60%.
En 2022, la cifra de empleo informal era del 49 %, 7 puntos más alta que la actual.
Puntualmente, los sectores con mayor informalidad son el comercio y la gastronomía.
Fuentes del gobierno señalaron que “el comercio es el rubro que más se inspecciona debido a su magnitud. El gastronómico se conoce por su inestabilidad; es decir, por trabajadores llamados golondrinas, que rotan de un lugar a otro sin encontrar estabilidad, por lo que se dificulta su registración. Los sindicatos de Empleados de Comercio, Gastronómicos y Confiteros acompañan fuertemente para mejorar los controles".
Más controles
El incremento sostenido de la fiscalización es una de las causas que explican esta coyuntura. Según datos oficiales, la cantidad de inspecciones en Rosario aumentó un 29 % entre el primer semestre de 2022 (938) y el primer semestre de 2025 (1.213).
Así planteado el panorama, el 2022 cerró con 2.005 inspecciones, el 2023 con 1.992, y 2024 con 2.610.
Además del incremento en los controles, una mayor cantidad de trabajadores fueron sometidos a controles. Durante el primer semestre de 2025, 4250 trabajadores fueron relevados, la cifra más alta de los últimos cuatro años. Este crecimiento se vincula con el aumento de operativos en la construcción, donde suelen encontrarse menores inspecciones en relación a la cantidad de trabajadores.
De este modo, en 2022 se relevaron 7.089 trabajadores, en 2023 fueron 5.742, y en 2024 fueron 6.287.
En 2025, los agentes realizaron 4250 inspeccionese laborales solo en el primer semestre. La proyección indica un cierre anual con el mayor nivel de cobertura de los últimos años.
Un diagnóstico de la situación
Además de la gastronomía y el comercio, la construcción se ha consolidado como uno de los sectores más críticos. Los tres sectores continuaron bajo análisis durante el primer semestre de este año. Asimismo, el diagnóstico incorporó también nuevos rubros como viveros, jugueterías, heladerías, vinerías y locales de venta de artículos para celulares, lo que marca un criterio más amplio de fiscalización, que va más allá de los rubros “tradicionales”.
El rubro de la construcción relevó más de 300 inspecciones, con cerca de 2000 trabajadores relevados y una tasa de no registro del 2%.
El comercio, con una cifra de empleo informal del 33%, se mantiene como uno de los rubros con mayor inspección debido a su presencia masiva en Rosario.
Por último, la gastronomía sigu e sosteniendo una taza de trabajo informal (39%). La crisis se concentra especialmente en turnos nocturnos y en sectores con alta rotación de personal.
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