Dos mujeres fueron imputadas por encubrimiento agravado tras ser señaladas como las responsables de facilitar la fuga de un hombre vinculado al narcotráfico que estuvo prófugo durante dos años. Se trata de Andrea Ortigala y su hija, quienes habrían ayudado a Maximiliano Ortigoza a mantenerse oculto mediante el subalquiler de al menos cinco propiedades en Rosario, Roldán y Granadero Baigorria.
Ortigoza fue detenido en octubre de 2024 cuando salía de un departamento en Puerto Norte que, según la investigación, era utilizado como una cocina de cocaína a pequeña escala. Meses después, fue condenado a cuatro años y medio de prisión por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización y encubrimiento. Su pareja, también detenida en ese momento, recibió una pena condicional.
La detención de Ortigoza derivó en una investigación más amplia para determinar cómo logró permanecer oculto durante tanto tiempo. Las pesquisas apuntaron a Ortigala, familiar de una mujer conocida públicamente por haber declarado contra líderes del crimen organizado en Rosario. La acusación sostiene que, a pesar de saber que Ortigoza estaba evadiendo a la Justicia, le proporcionó una red de inmuebles donde pudo vivir sin dejar rastros formales.
Según los fiscales federales que intervienen en el caso, Ortigala actuó de forma sostenida entre abril de 2023 y octubre de 2024, con conocimiento de la situación legal de Ortigoza.
Durante la audiencia, el juez de Garantías dispuso la libertad de ambas mujeres bajo cumplimiento de reglas de conducta por un plazo inicial de 90 días.
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