La constante presencia de humo afecta a la salud de las personas, sobre todo aquellas que ya tienen alguna patología previa. Fabián tiene un hijo de 21 años que es electrodependiente y tuvo que proteger toda su vivienda para tratar de impedir el ingreso del humo.
“Tuvimos que cerrar la claraboya del baño, que permite la iluminación y la ventilación. La bloqueamos desde adentro y desde afuera. Hay partículas de humo por todos lados que se introducen en las vías respiratorias y producen problemas en la salud, que a largo plazo nos va a afectar a todos, pero màs las personas que ya tienen efermedades en sus vías respiratorias, porque los problemas son ahora mismo”.
“Justamente en esta época del año que las afecciones respiratorias están a pleno, necesitamos ventilar los ambientes, con sol. Con este humo tenemos que hacer todo lo contrario, para que no ingrese y haga más daño que una virosis estacional”.
En la Provincia hay 1300 electrodependientes, el 30 por ciento de ellos habita en Rosario, y la quema de las islas asfixia su expectativa de vida
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