Los trabajadores del Hospital Garrahan están atravesando un conflicto marcado por reclamos salariales, acusaciones cruzadas y controles de presentismo.
La institución continúa siendo el principal centro de referencia pediátrico del país. Desde Villa Gobernador Gálvez, Ariel y su hijo Tiziano viajaron hasta Buenos Aires en busca de respuestas para una afección en una de sus manos: padece mano pinza de langosta. Esperan una cirugía que podría mejorarle su calidad de vida.
“Fuimos con miedo de saber lo que íbamos a encontrar allá”, comentó Ariel, pero la experiencia en el Garrahan superó sus expectativas. A pesar de la cantidad de gente, la atención fue ágil: “Habremos estado una hora y media”. En esa primera visita, un médico orientador evaluó a Tiziano y le indicó los estudios necesarios para avanzar con el tratamiento.
El diagnóstico no fue sencillo. “La mano de él es complicada”, explicó Ariel, y agregó que los médicos ya anticiparon una intervención quirúrgica. Entre las opciones posibles, le indicaron que podrían dejarle la mano en una posición fija. “Se le está complicando mucho por el tema de la escuela”, señaló su padre.
El próximo paso será en agosto, cuando vuelvan al Garrahan para una consulta con la especialista en manos. “Ahí nos va a decir cómo será el trabajo que le van a realizar”, explicó Ariel, quien reconoció con gratitud la atención médica recibida. “Los médicos son muy amables”, agregó.
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