Vecinos de la zona aseguran que estas fiestas son reiterativas todos los fines de semana y que se ha vuelto imposible poder descansar. “A la noche no podemos dormir, se quedan hasta las 10 de la mañana y arrancan los viernes. No hay inconvenientes pero sí ruido”, se quejaron.
“Se procede a la demora preventiva de unas 50 personas mayores de edad, una de ellas con libertad condicional. Con autorización de la fiscalía se están haciendo las actuaciones de rigor”, mencionó y agregó que se secuestraron “muchas bebidas alcohólicas que eran comercializadas adentro y equipos de sonido”. Agregó el subinspector policial Hugo Martínez en comunicación con un medio local.
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