A partir de este martes, Marcelo Bailaque ya no es juez federal y comenzó a cumplir prisión domiciliaria con tobillera electrónica, tal como lo había dispuesto la Justicia federal de Rosario. La medida entró en vigencia luego de que el Gobierno nacional aceptara su renuncia mediante el decreto 443/2025, publicado este martes en el Boletín Oficial.
El exmagistrado enfrenta tres investigaciones judiciales por corrupción, prevaricato, extorsión e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Al dejar su cargo, perdió los fueros judiciales que impedían la ejecución de la prisión preventiva dictada en su contra en abril por el juez Eduardo Rodríguez Da Cruz.
Tras la aceptación formal de su renuncia, solicitada el pasado 11 de junio con fecha de efectividad a partir del 1º de julio, los fiscales federales pidieron que, al igual que otros imputados en situación similar, se le coloque una tobillera electrónica para controlar el cumplimiento de la medida cautelar.
La detención domiciliaria fue confirmada por la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, integrada por Aníbal Pineda, Fernando Barbará y Elida Vidal.
Con la aceptación de la renuncia, también se cerró el camino del juicio político que se tramitaba en el Consejo de la Magistratura, donde ya se había votado su suspensión.
El arresto domiciliario será por 90 días en una primera etapa, mientras avanzan las investigaciones.
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