Barjacoba, acusado de formar parte de la organización criminal de Alan Funes como gatillero, también fue hallado culpable de numerosos delitos, entre ellos amenazas, portación de armas y la venta ilegal de estupefacientes. La pena de 11 años es el resultado de la unificación de esta condena con una sentencia anterior de seis años por infracción a la ley de drogas.
Valentino, quien recibía órdenes de Alan Funes desde la cárcel, era señalado como uno de los ejecutores de balaceras, además de custodiar y operar un búnker de droga en Chacabuco al 4100.
La Fiscalía describió el accionar de la banda de Funes como un intento por dominar sectores de Rosario, cometiendo homicidios, lesiones, robos, encubrimientos, amenazas, portación y tenencia ilegal de armas de fuego y venta ilegal de estupefacientes, siempre con la intención de monopolizar actividades ilícitas y excluir a bandas rivales.
Desde la Fiscalía resaltaron que, dentro de las operaciones de la asociación ilícita, se incluía a adolescentes a quienes se les asignaban tareas específicas, aprovechando que, al ser menores de edad, podían beneficiarse de un régimen penal más benévolo.
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