Una sentencia del fuero civil de Rosario ordenó a los dueños de un perro pagar una indemnización superior a seis millones de pesos a una mujer que fue atacada y resultó gravemente herida.
El hecho ocurrió en 2019 en el límite entre los barrios Empalme Graneros y Ludueña, cuando el animal se escapó de una vivienda y mordió a una vecina que trabajaba realizando ventas de ropa a domicilio.
La víctima sufrió una mordedura profunda en el muslo izquierdo, que le dejó una cicatriz de unos 22 centímetros, además de lesiones en el dedo gordo del pie y en la mano izquierda. Según la pericia médica, las heridas le generaron una incapacidad permanente del 7%, lo que afectó su movilidad y su rutina laboral.
“Mi clienta tuvo un daño físico y emocional importante. Era una mujer adulta, trabajadora, que hacía su recorrido diario con un changuito, y esto le cambió la vida”, explicó la abogada Mayra Reynoso, representante legal de la víctima.
El perro, descrito como de raza mestiza con características de rottweiler o pitbull, se había escapado del cuidado del padre de la dueña. Durante el proceso, la mujer reconoció ser la propietaria del animal, lo que permitió establecer la responsabilidad civil. Ambos, padre e hija, fueron condenados en rebeldía, ya que no se presentaron al juicio ni ofrecieron defensa.
“El monto de la condena asciende a más de seis millones de pesos. No se puede volver atrás con lo padecido, pero se busca una reparación económica”, señaló Reynoso, quien aclaró que ahora resta ejecutar la sentencia para poder cobrar el resarcimiento.
La abogada destacó además que hace más de 16 años no se dictaba en Rosario una condena de estas características contra los dueños de un perro catalogado como “potencialmente peligroso”. En ese sentido, consideró que el fallo marca un precedente y un llamado de atención sobre la responsabilidad que implica tener una mascota.
“Hay quienes dicen que no existen razas peligrosas, sino dueños irresponsables. Lo cierto es que debemos cumplir con las normas, llevar a los animales con correa y bozal, y asegurarnos de que estén correctamente sociabilizados”, agregó Reynoso.
En Rosario rige una ordenanza municipal que obliga a los propietarios de perros potencialmente peligrosos a cumplir con ciertas medidas de control, entre ellas la colocación de un chip identificatorio, el uso de bozal en la vía pública y la tenencia responsable del animal.
La víctima, después de años de espera, logró una resolución judicial favorable, aunque el proceso aún continúa con la etapa de ejecución para poder percibir la indemnización.
Comentarios