Este martes, durante una audiencia judicial, se imputó a Johana A., Maximiliano G., y a Alejandro C., personas vinculadas a los homicidios de marzo de 2024 en Rosario, entre ellos el del trabajador de estación de servicio Bruno Bussanich. La investigación reveló que la orden de asesinar al joven fue impartida desde el interior de la cárcel de Coronda mediante una videollamada.
La audiencia estuvo a cargo de los fiscales Adrián Spelta y Patricio Saldutti, quienes detallaron que el menor, autor material del crimen, fue trasladado hasta la estación de servicio por un adulto que ya fue identificado y detenido. También se logró individualizar al interno del penal que dio las instrucciones al menor esa noche.
La detención clave fue la de Alejandro C., realizada a las 3 de la madrugada del martes por personal del Comando Radioeléctrico en la zona sur de Rosario. Estaba prófugo y tenía pedido de captura por la Unidad de Homicidios Dolosos del Ministerio Público de la Acusación (MPA). Fue interceptado cuando circulaba en un vehículo junto a otra persona, que también quedó arrestada.
Los fiscales señalaron que el avance en la causa se logró gracias al testimonio de un testigo que ingresó al programa de protección de identidad. Con su declaración se pudo reconstruir la logística del crimen y establecer responsabilidades concretas.
Además del caso Bussanich, los imputados también están vinculados a los homicidios de Héctor Raúl Figueroa y Diego Celentano, y al intento de asesinato de un chofer de colectivo. Todos estos hechos formaron parte de una seguidilla de ataques que buscaban generar terror social como respuesta a las medidas de endurecimiento del régimen penitenciario.
Según confirmó el fiscal Adrián Spelta, ya se encuentran detenidas todas las personas que tuvieron algún tipo de participación en los homicidios investigados desde marzo de 2024. En la audiencia de este martes, el juez dictó prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para los tres imputados.
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