Pablo González, hermano de María Florencia González, la peluquera asesinada el sábado frente a su hijo en Empalme Graneros, acusó a la Policía de proteger a un punto de venta de drogas en la cuadra donde ocurrió el crimen. El lugar, ubicado en Cavour al 5600, pertenece a Paola, una vecina señalada por el barrio como vendedora de estupefacientes y que actualmente se encuentra prófuga.
González cuestionó las declaraciones del fiscal Franco Carbone, quien aseguró que entre marzo y mayo la Policía no había detectado actividad de narcomenudeo en ese domicilio. “Qué casualidad que nunca encontraron nada ahí. Hay complicidad policial”, sostuvo.
Según relató, un día antes del homicidio un sicario en bicicleta atacó a balazos la casa de Paola. Tras el tiroteo, la mujer habría amenazado a Florencia acusándola de llamar al 911. “Vos me llamaste a la Policía, ya la vas a pagar”, fue la frase que, según Pablo, escuchó su hermana.
El hermano de la víctima señaló que la presencia de fuerzas federales en el barrio es esporádica y previsible para los grupos criminales: “Vienen en grupos de cuatro o cinco, se quedan un rato y se van. Ya les conocen los movimientos”.
También sugirió que el ataque podría estar vinculado a disputas entre bandas: “Puede que se estén peleando por la zona o que hayan presionado a Paola para que trabaje para otra gente. Ella es cocainómana, vive a los gritos, y ahora desapareció dejando a su madre en la casa”.
Ante la violencia, los hijos de Florencia dejarán el barrio y se mudarán con su padre. “Si vivís a metros de alguien que vende drogas, estás ligado a una bala. Acá no salen a matar policías, pero los vecinos somos blanco fácil”, lamentó Pablo.
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