Susana Díaz se levanta cada mañana para encender la parrilla y preparar choripanes. Lo que parece un emprendimiento más en la ciudad es, en realidad, su forma de luchar por una segunda oportunidad: conseguir una prótesis ortopédica que le permita volver a caminar.
Susana perdió una pierna como consecuencia de diabetes e hipertensión. Luego, se enfermó de gangrena ósea. Sin cobertura de PAMI ni apoyo estatal, sobrevive con una pensión mínima y la ayuda de sus hijos. “No bajo los brazos. Quiero tener mi vida como antes”, dice con firmeza.
El costo de la prótesis supera los 10 millones de pesos, y además necesita realizar una rehabilitación completa para que el implante sea viable. Para recaudar fondos, su familia organizó rifas y montó el puesto de choripanes, donde también venden tortas asadas.
Quienes deseen ayudar pueden acercarse al puesto o realizar una transferencia al alias susana.122.giro.mp, a nombre de Díaz Susana. “No tengo ayuda de nadie, pero sigo adelante por mis propios medios”, asegura.
La historia de Susana es un ejemplo de resiliencia y esperanza. Desde su rincón en Rosario, sueña con volver a caminar y recuperar la independencia que la enfermedad le quitó.
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