Antonio Sebastián M., alias “Chinchu” o “Chinchulín”, fue detenido durante un allanamiento realizado por la Policía de Investigaciones (PDI) en Arijón al 1800, en la zona sur de Rosario. Estaba prófugo desde enero, cuando fue imputado como uno de los integrantes de una asociación ilícita ligada a la barra brava de Newell’s Old Boys, subordinada al liderazgo narco de Ariel “Guille” Cantero, jefe de Los Monos.
Según los fiscales Franco Carbone, Luis Schiappa Pietra y Adrián Spelta, el ahora detenido formaba parte del núcleo más violento de la barra rojinegra, específicamente de la facción encabezada por Alejandro “Rengo” Ficcadenti. Esta línea interna había intentado desplazar del mando a Leandro “Pollo” Vinardi, aliado de Cantero y actualmente preso en Ezeiza.
En ese contexto, los fiscales describen a “Chinchulín” como un ejecutor operativo: colaboraba en el traslado de vehículos, participaba de ataques armados y estuvo involucrado en un intento de homicidio a un adolescente de 16 años. También se lo vincula con el señalamiento de objetivos en atentados como el que tuvo como blanco a familiares del futbolista Ángel Di María.
Durante su período como prófugo, su entorno también estuvo en la mira: familiares directos fueron extorsionados por un grupo que exigía 20 millones de pesos a cambio de no atentar contra él. Por esa amenaza fueron detenidos dos sospechosos que también enfrentan cargos en una causa paralela.
La captura de “Chinchulín” ocurre en el marco de una causa que expuso el funcionamiento mafioso de la barra de Newell’s: una estructura piramidal con financiamiento ilegal, liderada desde prisión por Cantero, que designaba líderes en las tribunas y exigía el pago de “tributo” por los ingresos obtenidos en cada partido. Entre los negocios investigados están la reventa de entradas, la organización de eventos, la venta ambulante y el cobro de estacionamiento en zonas aledañas al estadio.
Tras su detención, Antonio M. quedó alojado en la sede de la PDI a la espera de ser imputado formalmente.
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