Uno de los tres sospechosos detenidos tras una serie de allanamientos por robos en viviendas y comercios del Gran Rosario es un ciudadano chileno que había sido deportado del país en marzo pasado. Se trata de Orlando Valentín D. G., de 64 años, quien fue expulsado hacia Santiago de Chile en un vuelo de Aerolíneas Argentinas y, pese a tener prohibido el ingreso a Argentina por cinco años, volvió de forma ilegal.
La detención de D. G. se concretó en el marco de seis operativos realizados por la División de Inteligencia de la Policía de Investigaciones en la localidad de Granadero Baigorria. Junto a él cayeron Maximiliano Ezequiel F., de 26 años, y Jonathan Nicolás, de 20. Todos están acusados de integrar una banda que habría perpetrado al menos siete entraderas en las últimas semanas, atacando comercios de Pérez, Capitán Bermúdez y Rosario.
El grupo actuaba con un modus operandi definido: operaban en grupos de tres o cuatro personas, usaban precintos plásticos para reducir a las víctimas, se mostraban violentos y portaban armas de fuego.
Orlando D. G. no es un desconocido para la Justicia santafesina. Cuenta con un amplio prontuario por asaltos en el sur de la provincia. Uno de los hechos más resonantes ocurrió en marzo de 2010, cuando protagonizó un violento robo a un productor agropecuario en Pueblo Esther, que derivó en un tiroteo con la Policía. En ese entonces, ya gozaba de salidas transitorias del penal de Piñero.
Según registros migratorios, el hombre abandonó el país legalmente en marzo, pero las autoridades aún investigan cómo logró regresar, presumiblemente por un paso fronterizo no habilitado.
En paralelo, la policía busca a un cuarto integrante de la banda, identificado como D.A.M.S., quien logró fugarse durante los allanamientos y tiene además un pedido de captura federal por una causa vinculada al narcotráfico.
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