Emiliano Iván Sotelo, de 21 años, y Jacinto Dávalos Garcete, de 34, fueron condenados este jueves a prisión perpetua por el asesinato de Miguel Ángel Leiva, un hombre de 57 años, ocurrido en agosto de 2022 en la zona de Vía Honda. El crimen, cometido sin una motivación personal, fue parte de una violenta maniobra para perjudicar a una banda rival del narcotráfico.
Según estableció el fallo del tribunal compuesto por los jueces Nicolás Vico Gimena, Rafael Coria y Mariano Aliau, los condenados actuaron como sicarios a sueldo. La orden: atacar a cualquier persona que se encontrara cerca de un búnker de drogas con el fin de “quemar” el punto de venta y dañar al capo narco Julio Andrés Rodríguez Granthon, actualmente preso.
El hecho se produjo la tarde del domingo 21 de agosto de 2022, cuando un Volkswagen Gol Trend ingresó por Cerrillos al 3900, en el oeste rosarino. A bordo iban cuatro personas armadas. Al llegar a la canchita conocida como El Arco, comenzaron a disparar desde el interior del auto. Leiva fue alcanzado por un proyectil, cayó al suelo y allí lo remataron con varios disparos en la cabeza. Otro hombre, Sergio S., fue herido con tres balazos en el cuerpo.
El ataque, completamente aleatorio, fue descrito por el fiscal Alejandro Ferlazzo como una acción “aberrante” que demostró la disposición de los autores a matar a desconocidos solo por dinero, sin el menor respeto por la vida humana.
Los agresores emplearon dos pistolas 9 mm y una calibre .40, y dejaron en el lugar un mensaje dirigido al narco Rodríguez Granthon: “Peruano, plantate. La mafia no perdona, gil”, lo que reforzó la hipótesis de una guerra narco.
Tras el crimen, el vehículo huyó a gran velocidad. La policía logró localizarlos en el barrio Alvear e inició una persecución que terminó en Constitución al 3900. Allí fueron detenidos Sotelo, Dávalos y dos adolescentes de 16 años, Elías Q. y Kevin C., quienes también participaron del hecho. El auto había sido robado a punta de pistola cinco días antes.
Durante el procedimiento se incautaron las armas, pasamontañas, una gorra utilizada para cubrir rostros y dos celulares, uno de los cuales contenía información clave sobre el encargo criminal. Los menores ya fueron declarados responsables en el fuero juvenil.
El crimen de Leiva fue el tercero registrado ese mes en Cerrillos al 3900. La Vía Honda, un asentamiento levantado en los años 90 sobre las vías del ferrocarril Belgrano, fue el escenario de ocho homicidios entre agosto y diciembre de 2022, todos ligados a disputas narco.
Entre las víctimas se encuentran Alejandro Tourn, hallado sin vida el 20 de agosto dentro de un Fiat Duna; Jorge Bustos, asesinado el 9 del mismo mes cerca de la misma canchita; y Ramón Gudiño, de 62 años, quien murió en noviembre tras ser baleado en octubre. También fueron asesinados Ezequiel Céspedes, Hernán Flores, Nahuel Rendil y Eliseo Romero, todos en hechos con características similares.
De acuerdo con un informe de Gendarmería, los puntos de venta de droga en esa zona respondían a distintas facciones: por un lado, al “Viejo” Ariel Cantero, detenido desde mayo de 2022, y por otro, a un narco apodado “Peruano”, quien alquilaba los búnkeres a Cantero.
La investigación aún no ha podido establecer con claridad qué organización buscó desplazar a Rodríguez Granthon en aquellos días de extrema violencia.
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