Argentina denunció en la Corte Penal Internacional la detención de Nahuel Gallo, el gendarme retenido en Venezuela y calificó el secuestro como una violación grave y flagrante de los derechos humanos.
La Cancillería toma el secuestro de Gallo como un patrón sistemático de crímenes de lesa humanidad que se cometen en la República Bolivariana de Venezuela, y que están bajo jurisdicción de la CPI.
El Gobierno remarcó que empleará recursos legales y diplomáticos que estén disponibles para exigir justicia a nivel internacional.
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