En el Club Los Pumas, de Empalme Graneros, se está construyendo un paredón anti balaceras que medirá 70 metros de largo por 2 de alto. La iniciativa surgió del presidente de la institución junto a los padres para resguardar a los niños que concurren a diario a realizar sus prácticas.
La extrema medida se dispuso a raíz de los graves hechos de violencia que ocurren a diario en la zona y que tuvo su punto más álgido con el asesinato de Máximo, de tan solo 12 años que jugaba al fútbol en el club. El niño quedó en el medio de una balacera por una disputa entre narcos, el pasado 5 de marzo.
Con la construcción del muro se pretende resguardar a la comunidad que asiste a la institución deportiva y para mayor seguridad de las instalaciones. El paredón se está levantando sobre la zona lateral de la canchita en donde entrenan los chicos y son los propios padres quienes llevan la obra adelante.
Por lo que para poder concluir la pared se requieren de donaciones de familiares y vecinos, además de aportes de distintos sectores. También necesitan materiales de construcción y de todo tipo de elementos deportivos.
Los clubes cumplen un rol fundamental en los barrios como articuladores sociales, debido a que reúne a la familia y aleja a los chicos de la calle. No solo ofrecen prácticas deportivas, sino que son un factor importe de inclusión, por lo que mantener en funcionamiento y en condiciones estas instituciones es primordial para las zonas más postergadas de la ciudad.
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