No todos los días se cumple un siglo de vida, y Corina lo sabe bien. Rodeada de su familia, esta vecina centenaria festejó sus 100 años con una sonrisa, una cerveza en la mano y el corazón lleno de gratitud.
“Caminar mucho, comer rico y disfrutar una buena cerveza de vez en cuando” —dice entre risas— han sido, según ella, los secretos de su larga y feliz vida.
A lo largo de su siglo, Corina ha atravesado momentos difíciles, incluyendo cuatro operaciones que no lograron quitarle la energía ni las ganas de seguir adelante. Su espíritu optimista y su fortaleza se convirtieron en ejemplo para quienes la rodean.
La familia no oculta la emoción: son cien años de amor, de historias compartidas, de risas y buenos momentos. “Es una bendición tenerla con nosotros, verla tan lúcida y con tantas ganas de vivir”, cuenta su hija.
El festejo no faltó: entre abrazos, anécdotas y brindis, todos coincidieron en el mismo deseo, que vengan muchos más años de alegría junto a Corina.
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