Dos embarcaciones a motor colisionaron en el Río Paraná el pasado viernes y resultaron cinco personas heridas, entre ellas tres menores de edad. Uno de los conductores involucrados registró 1,3 de alcohol en sangre.
Una de las víctimas menores permanece internada en la sala de terapia intensiva pediátrica con politraumatismos, aunque presenta una evolución favorable dentro de su cuadro.
Desde la Cámara Náutica de Rosario, Dana Kleier explicó que los controles de embarcaciones y conductores se intensifican durante el operativo de verano, aunque aún no ha comenzado formalmente la temporada. El chequeo incluye verificar que los conductores cuenten con carnet habilitante vigente y que las embarcaciones tengan los elementos de seguridad obligatorios.
Además, señaló que factores como la corriente y el viento dificultan el frenado, y que las embarcaciones carecen de frenos tradicionales. A su vez, destacó que los menores deben usar chalecos salvavidas obligatoriamente, lo que resultó clave para que los chicos involucrados en el accidente sobrevivieran.
Raúl Dellacasa, propietario de la guardería náutica, destacó que el uso de chalecos salvavidas fue determinante para la supervivencia de los menores y consideró que, a pesar de la gravedad del choque, fue una “desgracia con suerte”.
Las embarcaciones involucradas fueron secuestradas.
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