Dos comercios pertenecientes a la misma dueña fueron atacados intencionalmente con fuego en la madrugada de este jueves en Rosario, con apenas minutos de diferencia. Lo más grave: en uno de los locales, ubicado en Centeno al 3800, se encontraba Lucila, la propietaria, junto a sus hijos, quienes lograron apagar las llamas desde adentro.
El primer ataque fue alrededor de las 00:20 en Constitución al 3600, donde un hombre lanzó una bomba molotov contra el frente de uno de los comercios de Lucila y escapó. Apenas minutos más tarde, se produjo el segundo ataque en Centeno al 3800, a la vuelta del primero.
“El matafuego hizo magia para apagar tanto fuego”, relató Lucila, aún conmocionada. Según detalló, las llamas se propagaron rápidamente en el exterior del local, mientras ella y sus hijos intentaban contener el fuego desde adentro, rodeados de humo, sin poder respirar ni salir. Recién cuando lograron tomar los celulares, avisaron a los vecinos y alertaron a la policía.
Además, aseguró que antes del doble ataque incendiario ya habían sido blanco de hostigamientos a través de redes sociales por usuarios anónimos, motivo por el cual incluso habían decidido cerrar uno de los negocios. Lucila no descarta que los incendios estén vinculados a una situación de conflicto entre comerciantes.
Los efectivos del Comando Radioeléctrico encontraron una botella con restos de combustible en la vereda. En Centeno, el fuego afectó el portón del negocio y parte de un banner interior.
La rápida reacción de la familia y el uso de un matafuego evitaron que hubiera heridos.
Aún no hay detenidos por los ataques, pero se presume que fueron premeditados y ejecutados de forma coordinada.
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