César Muga, de 53 años, fue hospitalizado bajo custodia tras un intento de suicidio en la celda donde estaba detenido por el grave episodio de violencia ocurrido en Arroyo Leyes.
El caso del policía santafesino acusado de haber baleado a su esposa y disparado contra sus compañeros de fuerza sumó este miércoles un nuevo capítulo, luego de que fuera internado de urgencia en el Hospital José María Cullen. César Muga, de 53 años, fue trasladado desde la subcomisaría 20ª de Arroyo Leyes tras ser hallado inconsciente en su celda, en lo que se presume fue un intento de suicidio.
El uniformado se encontraba detenido desde el viernes 1º de agosto, tras protagonizar un violento episodio en su vivienda del barrio Nueva Esperanza. Allí, según la imputación formalizada por el fiscal Roberto Olcese, le disparó tres veces a su pareja con su arma reglamentaria, una pistola calibre 9 milímetros, delante de sus hijas. Minutos después, al ser abordado por sus colegas, abrió fuego contra ellos también.
El Ministerio Público de la Acusación (MPA) lo imputó por tentativa de femicidio agravado por el vínculo y por su rol como agente de seguridad, además de resistencia y atentado contra la autoridad, también calificados por el uso de arma de fuego y por su condición de policía.
Durante la audiencia realizada este miércoles, una de las hijas del acusado brindó su testimonio ante el juez Sebastián Szeifert, relatando cómo protegió a su madre junto a su hermana en el momento del ataque.
Mientras se evalúa su estado de salud, Muga permanece internado con custodia en la sala penitenciaria del hospital.
El viernes se realizará la audiencia en la que se definirá si continuará detenido con prisión preventiva mientras avanza la investigación.
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