La bandera de Rosario Central flamea en Tanzania: los chicos de La Academia de Fútbol Kakakouna entrenan con la camiseta auriazul, gracias a la iniciativa de Santiago Molfino, un hincha canalla que decidió llevar su pasión más allá del océano. “Estuve un año entre Tanzania y Kenia por trabajo”, comentó Santiago, quien es oriundo de Rafaela pero vivió muchos años en Rosario.
La historia comenzó con una idea sencilla y emotiva: compartir el amor por el fútbol. “¿Por qué no traer una remera de Central y gestar algún vínculo con el fútbol de Tanzania?”, se preguntó junto a un amigo suyo. La respuesta fue inmediata y, con la colaboración del área social del club, enviaron camisetas oficiales a África y nació un vínculo inesperado pero firme.
Los chicos, que entrenan en potreros junto a la costa, se entusiasmaron rápidamente con la propuesta. “De Central la mayoría conoce a Angelito Di María”, explicó Molfino. “Me imagino la felicidad que deben tener ahora que Angelito vuelve a casa”, agregó.
Aunque la distancia es grande, la conexión emocional es inmediata. “Lo que tiene Central es la pasión, el fuego canalla que no se explica bien”, expresó Santiago, quien aprendió a comunicarse en swahili, la lengua local.
Según explicó el propio Santiago, en Tanzania ven a Argentina como el gran semillero del fútbol global y tienen el sueño de un intercambio cultural o deportivo. Mientras tanto, los entrenamientos continúan con las camisetas auriazules bajo el sol africano.
Aunque los recursos son limitados, la pasión no. “Tienen buenos botines, juegan muy bien, pero es complicado el campo de juego”, relató Santiago sobre el estado de las canchas. Aun así, la escena resulta familiar: “Es un potrero como se puede encontrar en cualquier lugar de Rosario”.
“Me entusiasma mucho que el vínculo empiece a crecer, para que Central pueda tener contacto directo con la academia”, expresó. Desde Tanzania, una nueva generación de chicos empieza a conocer qué significa Central gracias a un hincha que no dejó su pasión en casa.
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