La polémica por supuestas filtraciones en el examen único de residencias médicas sacudió a decenas de jóvenes profesionales en Rosario, quienes denuncian que sus esfuerzos están siendo puestos en duda sin pruebas concretas.
La posibilidad de anular los resultados de quienes obtuvieron calificaciones superiores a 86 puntos generó indignación entre los afectados.
“Fue un baldazo de agua fría”, expresó una de las médicas graduadas en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), quien señaló que tras más de seis años de estudio y meses de preparación intensiva para el examen, hoy su formación está en riesgo por acusaciones de fraude. “Nos acusan de habernos copiado cuando tenemos un historial académico impecable”, agregó, visiblemente angustiada.
La medida que propone invalidar los puntajes altos afecta directamente a entre 17 y 20 graduados en Rosario, quienes ya estaban proyectando su futuro profesional a partir de los buenos resultados obtenidos. La preocupación se intensifica ante la posibilidad de tener que rendir nuevamente el examen sin garantías de transparencia en el proceso de selección posterior.
Desde la Facultad de Medicina de la UNR también manifestaron sorpresa y preocupación. El decano explicó que los exámenes llegan lacrados y se abren en simultáneo en todo el país, por lo que considera llamativo que se haya producido una filtración previa. “En vez de señalar a los médicos como responsables, se debería investigar en qué instancia del sistema ocurrió la falla”, señaló.
En ese sentido, desde la institución se elevó una carta a la Dirección de Talento Humano del Ministerio de Salud de la Nación ,organismo encargado de organizar y fiscalizar el examen,solicitando información precisa sobre lo ocurrido y el alcance real de las medidas que se evalúan aplicar.
Los médicos insisten en que, al menos en Rosario, no hubo denuncias de irregularidades durante la jornada del examen y que el proceso se desarrolló con total normalidad. “Es injusto aplicar sanciones generales sin una investigación seria y sin pruebas concretas”, concluyó una de las profesionales afectadas.
El caso sigue en desarrollo y se espera una respuesta oficial por parte de las autoridades nacionales, mientras crece la tensión entre los recientes graduados, que reclaman respeto por su trayectoria y la revisión responsable de cualquier posible irregularidad.
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