El Gobierno de la Provincia de Santa Fe licitó la construcción de la primera Cárcel de Alto Perfil en Piñero, donde serán alojados los narcos y sicarios más peligrosos de la provincia. Este Centro de Reclusión para Internos de Alto Perfil (Ceriap) estará ubicado en un predio expropiado de 80 hectáreas, detrás de la actual Unidad Penitenciaria N°11, y formará parte de un complejo penitenciario que incluirá otros dos penales para reclusos de bajo perfil. La obra contará con medidas de seguridad de máxima rigurosidad, con tecnología especializada para impedir fugas y evitar que los internos mantengan contacto con el exterior.
El gobernador Maximiliano Pullaro destacó la importancia de esta iniciativa como parte de una política de seguridad pública firme. “Esta obra es para ponerle límites a aquellos violentos que durante muchos años creyeron que desde la cárcel podían cometer distintos delitos. Este diseño de infraestructura carcelaria nos permite mostrar que hay una política pública de seguridad muy clara en la Provincia”, afirmó. La cárcel tendrá un doble muro perimetral de 1.800 metros de largo por 10 metros de alto, con vigilancia permanente, torres de control cada 70 metros y una torre central de 36 metros con vista de 360 grados.
El secretario de la Unidad Ejecutora de Infraestructura en materia de Seguridad Pública y Penitenciaria, Diego Leone, explicó que el penal estará compuesto por cuatro minipenales, cada uno con seis pabellones de dos pisos y 12 celdas individuales por ala, alcanzando un total de 1.152 plazas. “La propia construcción hará que los 12 reclusos tengan contacto sólo entre ellos, no habrá contacto con el resto de los reclusos”, detalló. Además, el penal contará con boxes individuales para visitas sin contacto físico, un sistema de salud intramuros para minimizar traslados, una sala de conferencias y un helipuerto. En términos tecnológicos, se implementará un sistema de inhibición de señal, cámaras de vigilancia avanzadas y armamento especializado para impedir fugas.
Por su parte, la secretaria de Asuntos Penales, Lucía Masneri, resaltó el impacto histórico de esta obra en el sistema carcelario argentino. “Esta obra es una obra inédita para la historia carcelaria de Argentina. El término presos de alto perfil lo acuñamos en la provincia en el año 2015, cuando nadie hablaba de presos especiales, que pretendían seguir aterrorizando la sociedad aún condenados. Hoy la experiencia nos dice que las fugas vienen organizadas desde afuera. Por eso esta unidad penitenciaria está especialmente diseñada para controlar lo que pasa adentro para poder controlar lo que pasa afuera”. La inversión total será de $109.828.291.188,24, y se espera que el penal esté terminado en septiembre de 2026, junto con otras obras penitenciarias en marcha en la provincia. “Durante nuestra gestión vamos a estar ejecutando 6.512 plazas para alojamiento de reclusos, lo que implica 170.000 metros cuadrados y $414.000 millones de inversión. Esto es posible gracias a una decisión política del gobernador”, concluyó Leone.
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