Tras la aprobación en el Concejo Municipal de Rosario de una ordenanza que autoriza la edificación de torres de hasta 120 metros en zonas específicas, el Colegio de Arquitectos destacó la necesidad de realizar un plan urbano integral antes de avanzar con estos proyectos. El presidente de la institución, Rubén Palumbo, alertó sobre los posibles efectos en el entorno, tanto en aspectos ambientales como sociales y urbanísticos.
La normativa busca densificar el centro y el primer anillo de la ciudad, pero generó controversia por la falta de estudios que analicen la ventilación, la iluminación natural, la movilidad y la capacidad de los servicios públicos para soportar estas construcciones. Palumbo afirmó que, si bien la tipología de las torres no es problemática en sí misma, sí lo es el lugar donde se permite su establecimiento, ya que esto puede alterar la fisonomía de muchos barrios.
Asimismo, criticó la reducción de requisitos en cocheras y el déficit en las redes de gas, electricidad y agua, muchas de las cuales son antiguas, con más de un siglo de antigüedad. El arquitecto insistió en que el debate debe centrarse en un plan urbano a largo plazo que contemple todos estos aspectos, en lugar de sumar ordenanzas puntuales que pueden generar un crecimiento desordenado.
Palumbo concluyó que la ciudad requiere una mejora significativa en infraestructura y en la participación ciudadana, para lograr un desarrollo armónico que equilibre crecimiento y calidad de vida, evitando que decisiones aisladas alteren el tejido urbano.
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