Un segundo marinero filipino fue detenido este jueves en el puerto de Vicentin, San Lorenzo, en el marco de la investigación por el hallazgo de 469 kilos de cocaína ocurrido a fines de abril.
La Prefectura Naval lo arrestó cuando desembarcó de un buque de bandera extranjera, en el mismo muelle donde se descubrió la droga meses atrás.
La detención se produjo tras una serie de diligencias realizadas por la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar). Este nuevo arresto se suma al del cocinero Jonathan Caputero, de 50 años, primer imputado en la causa y acusado de haber facilitado el ingreso del cargamento ilegal en la embarcación conocida como MV Ceci.
Este segundo sospechoso será presentado este viernes ante los Tribunales Federales, donde los fiscales expondrán las pruebas que lo vinculan al operativo de narcotráfico. Hasta el momento, no se ha logrado identificar a la organización que habría coordinado el millonario envío de droga hacia Europa.
El operativo inicial ocurrió el 30 de abril, cuando el capitán del MV Ceci informó sobre el hallazgo de varios paquetes ocultos en las cámaras frigoríficas del barco. El hallazgo fue formalmente denunciado a la Unidad de Información Financiera (UIF) tras consultas con un estudio jurídico.
Según los primeros peritajes, restos de agua salada hallados en los paquetes indican que la cocaína habría sido cargada cerca de las costas de Montevideo, y no en aguas dulces del Paraná. La nave, que navegaba con bandera de las Islas Marshall, había hecho escala en Uruguay antes de atracar en San Lorenzo y se dirigía hacia Ámsterdam, Países Bajos, donde se presume que debía ser entregado el cargamento.
Las autoridades sospechan que los dos filipinos funcionaban como colaboradores a sueldo dentro de un engranaje mayor, cuyo núcleo organizador aún permanece en las sombras.
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