El Tribunal Oral Federal Nº 2 de Rosario ha decidido que los policías acusados en la causa por la desaparición forzada seguida de muerte de Franco Casco, ocurrida en octubre de 2014, continuarán en libertad, aunque enfrentarán un nuevo juicio. Esta resolución se produce tras la anulación por parte de la Cámara Federal de Casación Penal del fallo de 2023 que había absuelto a los imputados en primera instancia.
La solicitud de la Fiscalía, representada por los fiscales Fernando Arrigo y Federico Reynares Solari, de revocar la libertad de los acusados y aplicar prisión preventiva fue rechazada. Sin embargo, los imputados, entre los que se encuentran agentes como Diego Álvarez, Cecilia Contino y Rocío Hernández, no podrán salir del país durante el proceso judicial. Los fiscales argumentaron el riesgo de fuga, considerando que, tras la decisión de Casación, los acusados podrían intentar eludir la justicia. Además, mencionaron las severas penas solicitadas, que incluyen la prisión perpetua para 13 de los 19 policías implicados, así como la posible conexión entre los acusados que podría facilitar su escape.
Franco Casco, un joven de 20 años de Florencio Varela, Buenos Aires, fue detenido por la Policía en Rosario y visto por última vez con vida en la comisaría 7ª. Su cuerpo fue hallado días después en el río Paraná, lo que dio origen a la causa por desaparición forzada seguida de muerte. En 2021, se inició el juicio contra 19 policías y un civil, Daniel Crespo, por encubrimiento. No obstante, en 2023, un tribunal de primera instancia absolvió a todos los imputados, liberando a 10 agentes que habían estado en prisión preventiva desde 2017.
La Cámara de Casación anuló esta sentencia al detectar fallas en la valoración de las pruebas y en el cumplimiento de los estándares de debida diligencia. Los magistrados señalaron que la absolución se basó en una evaluación fragmentaria y sin un análisis contextual adecuado. El camarista Daniel Petro criticó la falta de una visión global del material probatorio, mientras que Diego Barroetaveña consideró los fundamentos de la sentencia original como “viciados”. Carlos Mahiques, por su parte, calificó la decisión de absolver a los policías como arbitraria, subrayando inconsistencias en la valoración de las pruebas.
Con la anulación del fallo, un nuevo tribunal llevará a cabo el juicio, donde se anticipa una revisión más exhaustiva de las evidencias y el contexto del caso. Mientras tanto, el proceso judicial permanece bajo la vigilancia de organismos de derechos humanos y la sociedad, que exige justicia por Franco Casco.
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