Un interno de 35 años, condenado por abuso sexual, fue intervenido en el Hospital Eva Perón de Rosario luego de tragarse voluntariamente una bombilla de mate.
El hecho, según autoridades penitenciarias, forma parte de una práctica habitual entre reclusos para obtener salidas temporales y no una agresión por parte de otros presos.
La secretaria de Asuntos Penitenciarios, Lucía, explicó que este tipo de acciones ,que en otros casos han incluido cucharas, cuchillos, encendedores y hasta tenedores de 30 centímetros, buscan garantizar un traslado a un centro médico o una estadía fuera de la celda, aunque el beneficio sea mínimo. “En este caso, fueron tres días entre estudios, observación y la extracción del objeto. Sólo genera un gasto innecesario de recursos del Estado”, señaló.
El procedimiento para retirar la bombilla se realizó mediante una endoscopía y no requirió cirugía invasiva. El preso, alojado en el Complejo Penitenciario de Rosario, será reintegrado a su celda en las próximas horas.
Las autoridades descartaron que se tratara de un intento de suicidio o de una agresión por parte de otros internos, así como también que el objetivo fuera una fuga, aunque reconocen que los traslados y la permanencia en lugares externos representan momentos de mayor vulnerabilidad en la custodia penitenciaria.
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