La tradicional caída de la pelusa de los plátanos ya forma parte del paisaje urbano de Rosario y los vecinos vuelven a sufrir sus consecuencias durante la primavera: los síntomas más frecuentes incluyen congestión nasal, estornudos, tos, picazón en la garganta y lesiones en la piel y en los ojos producto del rascado.
El médico alergista Gonzalo Chorzepa indicó que estas molestias suelen presentarse entre agosto y noviembre y pueden variar en intensidad según la sensibilidad de cada persona.
Entre las medidas preventivas, el especialista recomendó el uso de lentes, barbijos o tapabocas, limitar la exposición durante los días de viento y mantener limpios los filtros de los equipos de aire acondicionado.
Aunque muchos vecinos recurren a medicamentos de venta libre como la loratadina, quienes requieren su consumo diario podrían necesitar un tratamiento especializado.
Comentarios