Este jueves, trabajadores de la salud del PAMI en Rosario se manifestaron frente a la sede de Sarmiento al 300 para reclamar aumentos salariales y mejores condiciones laborales.
La convocatoria reunió a residentes, enfermeros, camilleros, mucamos e instrumentadores que expresaron un fuerte malestar ante la situación que atraviesan.
Los manifestantes, autoconvocados, señalaron que el reclamo va más allá de lo salarial: también denunciaron la falta de insumos y un contexto de trabajo cada vez más hostil. “Estamos unidos para visibilizar una situación crítica. Muchos cobramos entre 800 mil y un millón de pesos, lo cual no alcanza para cubrir lo básico”, expresó uno de los residentes.
Una de sus compañeras explicó que el incremento interanual de sus sueldos fue de apenas un 11 %, mientras la inflación supera ampliamente ese número. “Un alquiler consume casi el 40 % de nuestro ingreso. La precariedad es evidente”, advirtió.
La misma residente también hizo hincapié en las condiciones de formación y el desgaste emocional que implica trabajar en el sistema público de salud: “Venimos de procesos de estudio y trabajo exigentes que no se ven reflejados en el salario. Nos enfrentamos a un sistema de salud hostil, y en tiempos de crisis, la violencia y el hambre hacen aún más difícil el día a día en los hospitales”.
El malestar también fue compartido por personal de enfermería. Una trabajadora aseguró que su sueldo está por debajo de la canasta básica: “Sin la ayuda de mi familia y mi pareja, no llegaría a fin de mes. Por eso estamos todos acá, unidos”.
Al cierre de la jornada, uno de los participantes reflexionó sobre la falta de reconocimiento hacia los trabajadores de la salud: “Durante la pandemia fuimos esenciales. Hoy, la indiferencia duele. Esperamos que no se olviden de lo que hicimos”.
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