En respuesta al incremento de las fiestas clandestinas en Rosario, el Concejo Municipal avanzará esta semana en la aprobación de una ordenanza que endurece las penas para los organizadores de estos eventos. El proyecto contempla multas que pueden alcanzar los 20 millones de pesos, además del decomiso de equipos y clausuras inmediatas de los lugares donde se realicen.
La propuesta, impulsada por varios bloques políticos, recibió respaldo en comisiones y apunta a reforzar las herramientas del municipio para actuar con mayor rapidez ante las denuncias vecinales. Las fiestas ilegales, que suelen convocar a cientos de personas sin controles sanitarios, de seguridad ni habilitaciones, han generado reiteradas quejas por ruidos molestos, consumo de alcohol y disturbios en distintos barrios.
Además de sancionar a los organizadores, la normativa también prevé consecuencias para propietarios o responsables de inmuebles donde se desarrollen estas reuniones. Las autoridades buscan desalentar tanto la organización como la facilitación de este tipo de encuentros, que en muchos casos se promocionan por redes sociales y funcionan fuera del circuito legal.
Con esta medida, el municipio pretende recuperar el control sobre el uso del espacio privado con fines comerciales ilegales y garantizar un entorno más seguro para los vecinos. La aprobación de la ordenanza se espera en la sesión de este jueves y marcará un nuevo capítulo en la lucha contra las actividades nocturnas no autorizadas.
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