Portada  |  26 junio 2025

Rosario se movilizó contra las drogas: fuerte reclamo bajo el lema "Ni un pibe menos por la droga"

El recorrido fue desde Plaza Montenegro hasta el Monumento Nacional a la Bandera.

Rosario y la región

Una nueva manifestación en Rosario volvió a alzar la voz frente a una problemática que golpea con fuerza a los sectores más vulnerables: el consumo de drogas en la juventud. Bajo la consigna "Ni un pibe menos por la droga", organizaciones sociales, religiosas y vecinales marcharon este jueves desde Plaza Montenegro hasta el Monumento Nacional a la Bandera, donde se llevó a cabo un festival artístico y cultural.

La iniciativa fue impulsada por el padre Fabián Belay, referente del movimiento Padre Misericordioso, junto a Madres Territoriales Nacional y otras agrupaciones comprometidas con el trabajo en los barrios. El objetivo fue claro: visibilizar la creciente situación de riesgo en la que se encuentran muchos niños y adolescentes, cada vez más expuestos a las drogas.

Betina, presidenta de Madres Territoriales, celebró la masiva participación: “Estamos muy contentos por la convocatoria. Hay una presencia fuerte de los barrios, todos unidos pidiendo que se termine con la muerte de chicos por consumo”. Sin embargo, también alertó sobre la falta de respuesta estatal: “Necesitamos políticas de prevención reales y eficaces. Así no se puede seguir”.

La dirigente señaló la crudeza del panorama actual: niños de tan solo 8 años viviendo en condiciones extremas, durmiendo en autos abandonados y sin ningún tipo de contención. “Es doloroso verlos así, sin un lugar, sin futuro, sin siquiera algo que podamos ofrecerles”, expresó con angustia.

Uno de los reclamos más urgentes es la falta de presupuesto para sostener espacios de niñez. “Se están cerrando por falta de fondos. Mientras tanto, las drogas están al alcance de la mano. Los chicos saben exactamente dónde conseguirlas”, denunció Betina.

La movilización, que reunió a familias de distintos barrios de Rosario, no solo buscó poner en evidencia el drama cotidiano de muchas comunidades, sino también exigir con firmeza respuestas concretas ante una crisis social que no puede seguir esperando.

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