En apenas tres días, la Escuela Primaria N° 1235 "Constancio C. Vigil" fue blanco de tres robos consecutivos que dejaron graves destrozos en el edificio y obligaron a suspender las clases en ambos turnos.
Los delincuentes rompieron rejas y ventanas, dañaron las instalaciones eléctricas y sustrajeron distintos elementos, entre ellos ventiladores, reflectores y material didáctico para las clases de gimnasia.
Tras el paso de los ladrones, el establecimiento quedó cubierto de vidrios rotos, lo que hizo imposible garantizar la seguridad de los 570 alumnos que asisten al establecimiento.
Una de las docentes, Gabriela, describió el estado del colegio y afirmó que “rompieron todo lo que pudieron” y que “se llevaron todo”. Además, recordó que lo dañado coincidía con reparaciones hechas luego de otra ola de robos en febrero.
Sobre la decisión de suspender la jornada, explicó que las condiciones mínimas de seguridad no estaban garantizadas: “tuvimos que suspender las clases porque la escuela no era segura para los niños”.
Aunque el edificio cuenta con sistema de alarmas, este también fue saboteado por los ladrones.
Desde la institución señalaron que se requiere un patrullaje constante en la zona, ya que en ocasiones anteriores la presencia policial era esporádica y, según remarcaron, se necesita que la seguridad esté puertas adentro para prevenir nuevos ataques.
La continuidad de las clases se definirá día a día, dependiendo de los avances en la reparación de daños y de las condiciones de seguridad.
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