El comedor comunitario “La Nona Teo”, ubicado en el barrio La Esperanza de Villa Gobernador Gálvez, atraviesa un momento difícil luego de que delincuentes les robaran el auto que utilizaban para trasladar alimentos y realizar las entregas solidarias.
El espacio, sostenido con esfuerzo por José y Analia, una pareja de jubilados, brinda asistencia a unas 180 personas, en su mayoría niños y familias en situación de vulnerabilidad. Allí ofrecen desayunos, meriendas y, cuando los recursos lo permiten, también almuerzos y cenas.
“El vehículo era fundamental, no solo para traer la mercadería, sino también para repartir la comida en distintos barrios y hasta a gente en situación de calle”, contó José. El Renault 9 que utilizaban fue sustraído semanas atrás mientras acompañaban a un familiar internado. Desde entonces, se las arreglan con la ayuda de vecinos y familiares, aunque las limitaciones son muchas.
Pese a las dificultades, José y Analia sostienen el legado solidario que comenzó en su familia décadas atrás. “Mi mamá y mi cuñada siempre juntaban a los chicos del barrio y les daban de comer. Nosotros seguimos con ese compromiso, pero la necesidad cada día es mayor”, explicó Analia.
Actualmente, el comedor funciona los lunes y miércoles, pero la demanda supera los recursos disponibles. “Se suman familias de los carritos, de los bolquetes, gente que no tiene cómo alimentar a sus hijos. Con el sueldo de jubilados y una pequeña ayuda municipal no alcanza”, detallaron.
De cara al Día de Las Infancias, los organizadores planean realizar una merienda especial con chocolatada, golosinas y juegos. Sin embargo, necesitan colaboración para poder concretarlo.
Quienes deseen ayudar pueden comunicarse con José al 341-648-8808. Desde allí brindan la información para colaborar con donaciones de alimentos, ropa, calzado o aportes económicos.
Comentarios