Una estudiante fue violentamente asaltada en el barrio La Florida mientras regresaba a su casa por la noche. El hecho ocurrió cuando dos jóvenes en bicicleta la interceptaron, la tiraron al piso y la arrastraron por la vereda en un intento por robarle la mochila.
El ataque quedó registrado por cámaras de seguridad y causó indignación entre los vecinos, quienes denuncian una seguidilla de robos en la zona.
La víctima, que cursa la tecnicatura en electromecánica en la Escuela Técnica N.º 2, fue acompañada por su padre como lo hace cada noche, precisamente por el miedo a hechos de inseguridad.
“Está con reposo hasta el lunes, tuvo golpes en la cadera y en la cabeza, toda la espalda raspada”, contó la madre de la joven, visiblemente afectada. La estudiante logró evitar que le sacaran la mochila en donde tenía todos sus apuntes.
Durante el intento de robo, el padre de la joven también terminó en el suelo como consecuencia del forcejeo. A pesar de tener un problema en la rodilla, logró levantarse por sus propios medios. Según relató su esposa, se encuentra físicamente bien, aunque muy afectado emocionalmente por la tensión del momento y la preocupación ante la creciente inseguridad que atraviesa el barrio.
Según la mujer, no se trata de un hecho aislado. Afirmó que los mismos delincuentes ya le habían robado a su esposo semanas atrás. “A mi marido los mismos tipos, quince días antes, le robaron en la puerta de mi casa. Le sacaron la plata que tenía, pero en ese momento ellos estaban con un revólver”, denunció.
Además, detalló que otros vecinos del barrio también fueron víctimas: “A la señora de atrás de mi casa se le metieron en el garage, justo el marido bajaba del auto y le sacaron el celular, también con revólver”.
Ante la reiteración de hechos delictivos, numerosos vecinos decidieron reforzar su seguridad con cámaras de vigilancia particulares y sistemas de alarmas comunitarias. A pesar de estos esfuerzos, la respuesta de las fuerzas policiales es considerada insuficiente por los residentes.
Aseguran que los autores de los robos son conocidos en el barrio y que, incluso, podrían ser identificados fácilmente si hubiera patrullaje constante.
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