«Ayer iba borrachísimo y le envié un correo a mi profesor para que me dejase entregar un trabajo más tarde. No tengo palabras para su respuesta», expresó Sergio Martos, un joven alumno en sus redes sociales sobre la inesperada respuesta que recibió tras enviar un correo electrónico a Javier, su profesor, al volver de fiesta.
«Mañana me voy a levantar con una resaca hecho a pedazos» confiesa Sergio en su correo. «Por cosas resulta que no me va a dar tiempo a entregar el trabajo mañana, ¿me dejas entregarlo más tarde, por favor? Eres la hostia, te quiero Javi, el único profesor bueno que queda en esta universidad llena de capullos», agrega el chico.
Pero, no quedando el mensaje en una simple propuesta, Sergio también le pregunta por la camisa que llevaba puesta el último día que le vio. «Le quiero regalar una a mi padre y seguro que le gusta xuna, así como de viejo molón».
Finalmente insiste en su deseo de aprobar acompañado de un «Gracias jefe».
En tanto, ¿cuál fue la respuesta del profesor?: «Parece que has tenido una buena noche, ¡qué envidia!», comienza Javier. «Os he ampliado la fecha de entrega», le informa, «comunícaselo al resto de la clase para que todos tengáis la misma oportunidad», le pide amablemente el docente.
Y, seguido agrega: «La camisa de viejo molón me la regaló mi mujer y le encanta, con lo cual tengo que cumplir y ponérmela de vez en cuando, pero no tengo ni la más remota idea de dónde procede, pero ya le preguntaré».
«La próxima vez que me envíes un correo electrónico envíame también una botella como la que te tomaste anoche, para así no acordarme mucho de este correo», le insinúa el profesor, cuyo mensaje se viralizado ripiadamente.
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