Un chico, una chica, un encuentro fortuito, algún desencuentro lamentable y la resolución de un amor que estaba destinados a ser. Los noventa ofrecieron películas que quedarán siempre en el imaginario colectivo. En escenarios diversos y con bandas musicales para atesorar, son una invitación a volver a creer en las habilidades de Cupido.
Mujer bonita (1990)
Muchos la consideran una adaptación moderna de la historia de la Cenicienta. La dirigió Garry Marshall con la genial Julia Roberts en el papel de Vivian. Ella es una prostituta que enamora a Edward, el hombre de negocios distante que encarna Richard Gere. Con vestidos icónicos y un tema tan pegadizo en su cortina musical como Pretty Woman, tiene muchos mensajes para descifrar.
Cuatro bodas y un funeral (1994)
Charles (Hugh Grant) conoce a Carrie (Andie Macdowell) en el casamiento de unos amigos. El amor es a primera vista. Sin embargo, sus vidas siguen caminos separados… Hasta el siguiente evento que los convoca. ¿El resto? Miradas imperdibles, besos inolvidables y humor del bueno.
Jerry Maguire (1996)
Tom Cruise pasaba un muy buen momento cuando Cameron Crowe, experto en comedias románticas, lo llamó para que fuera Jerry Maguire. Encarnó a un exitoso representante de deportistas que pronto ve que su carrera y su trayectoria pueden estar en problemas. Renée Zellweger fue Dorothy, secretaria y madre soltera que lo apoya de manera incondicional. La película frases icónicas como: “Me derretiste con sólo decir ¡Hola!” y conmueve con pasajes llenos de ternura.

Un día muy especial (1996)
Pfeiffer es Melanie, una arquitecta que trabaja en Nueva York. Tiene un hijo que azarosamente la une a Jack –el gran George Clooney–, un periodista divorciado que es papá de una nena. Con vidas, formas de ser y hábitos sumamente distintos, se dejan querer para ofrecer una comedia tan simpática como original.
La boda de mi mejor amigo (1997)
Julianne (Julia Roberts) y Michael (Dermot Mulroney), que está comprometido para casarse, son mejores amigos. De pronto, ella se da cuenta y acepta que está enamorada de él. A esa altura, tiene solo un par de días para impedir el casamiento. ¿El resto? Una oportunidad para repensar el amor y conmoverse con sus múltiples aristas.
Tienes un email (1998)
Kathleen (Meg Ryan) y Joe (Tom Hanks) empiezan una relación a través de uno de los medios de comunicación de vanguardia de la época: el correo electrónico. Se enamoran antes de conocerse en persona y el resto es una fiesta signada por la complicidad y los diálogos.
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