Qizai es el único panda de color marrón y blanco que existe en el mundo, y como consecuencia de esa mutación genética su infancia no fue fácil.
Primero fue abandonado por su madre. Pero además sus "compañeros de juegos" le hicieron la vida imposible, sobre todo a la hora de comer cuando le robaban su bambú. Es que este panda marrón come más despacio que otros ejemplares de su especie, según The Daily Mail.
Por estos días su vida es otra. Pesa 105 kilos y lleva dos años en la Base de Entrenamiento de Pandas Salvajes en la Reserva Natural de Foping, de la provincia noroccidental china de Shaanxi, donde lo tratan como el "rey indiscutible".
Al principio el personal alimentaba a QiZai de manera artificial, pero ya desde el último invierno optaron por dejarlo valerse por si mismo, mientras lo siguen preparando para su reinserción en la naturaleza.
También buscarán facilitarle el apareo con una panda de color negro cuando sea sexualmente más maduro.
De acuerdo con especialistas, el primer panda de color marrón del planeta se descubrió en 1985 en las Montañas de Qinling y desde entonces se hallaron otros ocho, aunque QiZai es el único que sigue vivo.
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