Mundos a pequeña escala

*Por Fabián Scabuzzo

En una realidad en donde lo monumental, lo enorme y visible parece más relevante, hay personas que se entrenan para representar aquello en tamaño mucho más pequeño. Tiene todo su origen en el interés que siempre ha despertado el arte en miniatura, creado para el disfrute personal, en el siglo XVI.   Hoy sigue siendo algo íntimo y atractivo, que cumple con el desafío de mostrar la infinitud de lo pequeño, cuestionándonos la realidad y la fantasía.

El tamaño importa

Diego Funes realiza bombillas artesanales con pequeñas esculturas, a pedido del cliente. Este transportista de materiales publicitarios y amante del kayak, se inicia hace un tiempo con estas creaciones gracias a sus conocimientos en el tallado de cera y colado que se usa para la confección de prótesis dentales.

- “A través de esas mini esculturas creo un producto de uso cotidiano, que representa gustos, pasiones, recuerdos y actividades amadas a la vez que descubro el interior de las personas que las piden, Y quien recibe el regalo, se siente tan tenido en cuenta que muchas veces la emoción les gana”. –  nos cuenta Diego, Su trabajo es admirable, una grácil bailarina que asoma en el cuerpo de la bombilla, kayakistas ensamblados en los utensilios, pequeños perros, objetos, y lo que el cliente pida.

La Tienda Minúscula sorprende al visitarla en sus versiones virtuales, Agustina Darder, su mentora, prácticamente comenzó este emprendimiento en la cuarentena. –“Me dedico a representar comidas y alimentos en miniatura para jugar con muñecas – nos dice -  me gusta imaginar qué se puede crear en miniatura con lo que tenemos en casa”. Aparecen cajones de verduras milimétricos, frutas y postres que parecen salidos de Liliput.  Algo que comenzó como un divertimento familiar, hoy es una tarea de hasta 8 horas diarias y llama la atención por su nivel de detalle y colorido

Gustavo Gravi es un arquitecto especializado en maquetas, su trabajo es minucioso e impactante, y realizado 100 % a mano. Le ayuda su esposa, Gabriela Fiorino, desde hace 26 años. “Un edificio tipo, en escala 1:75 de 10 pisos, lleva de 200 a 250 horas de trabajo” – revela, y nos cuenta que trabaja en su casa al menos 10 horas por día. Él construye su maqueta antes que se concreten las obras, y permite ver lo que será, facilitando la venta o explicación del proyecto, su origen es tan antiguo como la arquitectura y se volvió una parte esencial de la visibilidad de una obra mientras ésta se construye.

El maquetista destaca con orgullo algunos de sus más de 530 trabajos: las torres Maui de Puerto Norte de Rosario, una enorme maqueta para un complejo hotelero de Martinique, en Centroamérica, y la satisfacción de haber sido felicitado por el célebre César Pelli, por su maqueta del Distrito Municipal Sudoeste de Rosario.

Aquellas pequeñas cosas

El formato micro en objetos, artesanías y maquetas requiere una mirada y dedicación muy especial, que encontró en los tiempos de sosiego del Covid19 la oportunidad para seguir desarrollando el talento.

“Esta cuarentena me ayudó a afianzar el proyecto – expresa con entusiasmo Diego -  al caer mi actividad de logística atendí gran cantidad de pedidos, además, la gente está consumiendo yerba, mates y bombillas como nunca se vio en la historia” - afirma

Coincide con Agustina en la acción de aprovechar estos tiempos del “Quedate en Casa” para potenciar las redes, y que más gente conozca sus creaciones - En lo que ayudó la cuarentena fue repensar el lanzamiento con herramientas virtuales, tratando de mantener la esencia -  dice la creadora de los alimentos minúsculos de porcelana. Y destaca que sus éxitos son las hamburguesas y los hotcakes.

En cambio, Gustavo nos confiesa que “la cuarentena es lo mismo de todos los días para mí, no me afectó en nada, ya que trabajo desde mi casa, digamos que vivo en cuarentena”, agrega sonriente.

Hiperrealismo y tamaño reducido es la coincidencia de estos tres artesanos, además del enorme amor por lo que hacen, hacer las cosas más pequeñas los magnifica. Emulando un apotegma, para nosotros, apreciar lo pequeño, también nos hace grandes.