En el Día Internacional de la Mujer, el Noticiero de la Gente presentó la historia de Dolores, una camionera que literal y metafóricamente hace camino al andar, desmitificando el estigma de que se trata de una profesión exclusiva para varones.
"Amo este trabajo. Me alegra todos los días. Me hace feliz hacer lo que me gusta", describió Dolores en entrevista con Belén Salvañá. "Está muy estereotipada la profesión del camionero. Se la menosprecia mucho y es un trabajo muy valorable. El país se mueve prácticamente porque un camionero traslada combustible, alimentos y mercaderías", destacó.
"Siempre digo que es algo que traía desde muy chica. Mi abuelo materno fue camionero pero no tuve la suerte de que me heredara la profesión. Es algo que se lleva en la sangre, que se me ha despertado. Y cuando subís a un camión no te bajás más", reconoció Dolores.
"Nosotros llevamos mercaderías peligrosas. Por lo general transportamos productos livianos, pero también puede tocar algo pesado. Hacen mucho hincapié y son rigurosos con la seguridad y con las capacitaciones", advirtió sobre las complejidades que implica manejar un camión.
"Hoy en día me puede tocar cualquier destino. Pero uno de los últimos que más recuerdo fue un interplanta: cargamos en la planta de San Lorenzo y tuve que descargar en Barranqueras. De ahí me fui a Salta, en el límite con Bolivia, para traer alcohol. Y después descargarlo en San Lorenzo", rememoró.
Por último, Dolores indicó que "la responsabilidad que tenemos cuando transportamos este tipo de mercancía es resguardar la seguridad y el medio ambiente. Es fundamental porque no podemos cometer ningún error. Por algo se nos capacita y siempre persigo un lema cuando me sumo al camión: prefiero demorarme un día más antes que no llegar", cerró.
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