Internacionales
China se consolida como el principal acreedor del mundo
Los préstamos se otorgaron principalmente bajo la Iniciativa de la Franja y la Ruta y abarcan tanto países desarrollados como en desarrollo.
Un reciente estudio del instituto estadounidense AidData, con sede en Virginia, reveló que China se ha convertido en el mayor acreedor mundial, con una cartera de préstamos que asciende a 2,1 billones de dólares, dos a cuatro veces superior a estimaciones previas. Según el informe, Pekín ha logrado igualar e incluso superar a Estados Unidos en su capacidad de influencia diplomática y control de recursos estratégicos.
La Iniciativa de la Franja y la Ruta, el programa emblemático de infraestructura china, ha sido la principal herramienta mediante la cual se otorgaron numerosos préstamos a nivel global, incluyendo países de ingresos altos y medianos altos, que representan el 76 % de los créditos y casi la mitad del valor total.
Entre los principales destinatarios se encuentra Estados Unidos, que encabezó la lista con 202.000 millones de dólares distribuidos en 2.500 proyectos en todo el país. Rusia ocupó el segundo lugar con 172.000 millones de dólares, seguida de Australia con 130.000 millones, mientras que Venezuela y Pakistán se ubicaron en cuarto y quinto lugar. También figura el Reino Unido en el décimo puesto.
Debido a que China no divulga información oficial sobre sus préstamos, AidData compiló el análisis utilizando contratos, registros de subvenciones, acuerdos de reestructuración de deuda y documentación de los países receptores. El informe destaca que, a diferencia de lo que se creía, los préstamos no se concentran exclusivamente en países en desarrollo.
Expertos consultados subrayan el impacto global del fenómeno. Brad Parks, director ejecutivo de AidData, señaló que este hallazgo es extraordinario, dado que Estados Unidos ha advertido durante años sobre los riesgos de la “diplomacia de la trampa de la deuda” china. Por su parte, Yang Baorong, de la Academia China de Ciencias Sociales, afirmó que la financiación se centra en infraestructura y desarrollo de capacidades, buscando facilitar la autosuficiencia de los países beneficiados.
Los autores del informe concluyen que China se ha convertido en un nuevo referente mundial, redefiniendo las normas y reglas de la ayuda y el crédito internacional transfronterizo.
