Las amenazas siguieron después de los 17 tiros que efectuaron sobre los tres locales de calle Cafferata al 400. Ahora los delincuentes le mandaron un mensaje de wasap a la titular de los inmuebles, en el que le advierten que le tirarán una granada si no paga lo que le pidieron.
Los delincuentes remarcan que si tienen que matar a alguien, lo van a hacer. Los inquilinos están desesperados, viven encerrados y con el temor latente de que una vez más la amenaza se concrete.
Desde el viernes pasado hasta el dia de hoy pidieron custodia policial, pero lo único que consiguieron fueron rondas policiales.
Dos de las tres familias de trabajadores que están en medio de un conflicto que no les pertenece, decidieron cerrar sus locales y marcharse del barrio. Se quedaron sin su fuente de trabajo por temor a perder la vida.
Karina atiende su comercio todos los días con su pequeña hija de 3 años. Están encerradas y con el corazón en la garganta todo el día. Ella además alquila otra propiedad donde vive con su familia. Todos esos inmuebles pertenecen a la misma dueña, Leticia, la mujer a quienes los malvivientes le reclaman el pago.
Ahora Karina solo piensa en cómo poder juntar dinero para irse también, ya que ni el fiscal ni la justicia le dan garantías de seguridad para seguir en el lugar.
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